Algunos tal vez sepan que yo estoy en una academia de inglés desde los 8 años. Los cursos del 1 al 6 son para niños. En el nivel 1 me hice muy amiga de dos compañeras: Romina y Adriana.
Una noche (horario 4 pm a 8 pm) Adriana se sentía mal. Le dolía la cabeza, tenía fiebre, y en el recreo tuvo náuseas. La miss le dio permiso para que vaya al baño a refrescarse. Ese día yo me senté junto a la puerta. Cuando Adriana abría la puerta para salir se le vino el vómito y me ensució la maleta, parte del asiento y un pedacito de "algo" cayó en mi cartuchera.
Hubo un silencio de ultratumba (más o menos) y yo casi me desmayo, lo peor es que tuve que lavar mi maleta y llevar los libros aparte. A mí me dan náusea los vómitos, soy alérgica a ellos y me provocan asco. Así que ahora cada vez que a alguien le duele la cabeza y tiene fiebre, yo me aparto.
Que experiencia tan desagradable Daniela, a mí me pasó, estando embarazada de mi primer hijo, ya estaba acostada en la cama cuando de pronto sentí el nudo en el estómago de algo que venía para afuera, apenas me dio tiempo de sentarme en la orilla de la cama, desafortunadamente mi esposo (de entonces) había dejado un su par de zapatos nuevos junto a la cama y si, adivinaste, ellos recibieron la descarga :S
ResponderEliminarNo creo que haya alguna persona que pueda gustar de eso, jajajaja, todos somos alérgicos :D
ay que horror!!! y si, los vómitos no son nada lindos y menos limpiarlos! me tocó como médico, hacerlo muchas veces
ResponderEliminarMe acuerdo de ese día Daniela, llegaste con tus cuadernos en la mano y la cara horrorizada jajajaja. Tú que eres tan delicada para todo y te viene a tocar ese baño de vómito, wácala.
ResponderEliminar