Cuando
se llega a la edad mía, siempre encontramos un tema para una palabra,
con la palabra Universo no encontraba tema que referir, por lo que ya
había tomado la determinación de no hacerlo esta vez, pero con las
fiestas de carnaval, he recordado a la compañera de estudios de una de
mis hijas.
Un niña linda, blanca, de ojos azules como el cielo y cabello dorado, tal como presentan a los angelitos los pintores.
Nos
encontrabamos, madre e hijas en todos los lugares y en todas partes se
elogiaba a esta niña, como una princesa, que llegaría a ser la Reina
del Universo.
El
Padre, por naturaleza mas realista, siempre le decía a su hija, estudia
mucho si quieres triunfar en la vida, él era un obrero que trabajaba en
la Fábrica de Cemento de mi localidad, siempre bañado de polvo de
cemento y vestido con una braga gris, que por cierto murió aún jóven con
los pulmones tapados, la madre, un ama de casa, con grandes esperanzas
para sus tres hijos, dos varones y esta princesa, con la que soñaba ver
en la cumbre del mundo debido a su físico.
Cuando
terminaron el Bachillerato, la hija no quiso estudiar una carrera,
agobiada de ver a su padre trabajando todo el día, sin otra ayuda y sin
esperanzas de progresar, decidió trabajar, encontró un trabajo en un
Banco, mas por su belleza que por su capacidad para el trabajo, hoy, ya
después de mas de treinta años trabajando espera su jubilación y cuando
un día le pregunté porque no seguiste estudiando me contó.
Tuve
un sueño, estaba en un escenario, compitiendo para Miss Universo, y en
un momento que el anunciador dijo, "Y Miss Universo es" allí desperté y
comprendí que mi reinado sería el de mi familia, por eso me casé con el
hombre que me aprecia verdaderamente, procreamos dos hijos, y así
cumplí el sueño de mi madre, Ser Reina, pero de mi Hogar, como se dice
hoy, Miss Hogar.
Ylba qué hermosa historia! me alegro mucho de que la chica haya sido juiciosa y no se haya dejado llevar por la vanidad ni las cosas temporales y haya decidido volcar su vida y sus capacidades hacia lo que realmente vale la pena: su esposo, sus hijos y su hogar. Lástima que no haya seguido estudiando, pero estoy segura de que cuando ella mira para atrás no se arrepiente de ninguna de sus decisiones.
ResponderEliminarSi la ves, dile que por acá tiene una admiradora, no por su belleza física, si no por la belleza de su corazón.
Le haré llegar tu mensaje a través de mi hija, ya que se reunen cada mes en un encuentro de ex-alumnas.
ResponderEliminarTe puedo decir que continúa siendo bella, humilde y buena amiga.