lunes, 23 de febrero de 2015

Los personajes de la web

En la oficina donde trabajaba en el DF tuve por primera vez en mi vida una computadora a mi disposición con acceso a Internet. Una de las primeras cosas que hice en cuanto me familiaricé un poco con el manejo de la web fue abrir mi primer blog. No les voy a hacer su historia, que a estas alturas ya es bastante larga, pero sí les hablaré un poco sobre los personajes que por allí aparecieron. 

Al principio era muy frustrante esto del blog. Publicaba y publicaba, y nadie se daba por enterado. Aquello era un desierto. Vamos, que me parecía que estaba hablándole al vacío. Tuve que esperar un par de años antes de que llegara mi primer comentarista, un chico latinoamericano (¿colombiano?) que vivía aquí en la ciudad condal. El segundo comentarista, una amiga del DF, tardó aún varios meses más en aparecer, y ya después gracias a ella se precipitaron otros muchos, podría decirse que en avalancha, con lo que el blog cobró mucha vida y vi renacer un interés ya casi perdido.

Fue entonces cuando aprendí que tener gente que te lea y te comente es todo un compromiso. Implica no solo el agradecimiento y responder sus comentarios, sino también visitar sus blogs y dejarles algunas palabras a mi vez. Siempre fue un gusto, no puedo decir otra cosa, y también una cantidad de tiempo considerable invertida en eso de leer y comentar. Pero esa es la esencia de este mundo de los blogs, establecer una comunicación y cultivar la reciprocidad y, con suerte, la amistad. De esa etapa tan activa me han quedado varios buenos amigos, muy queridos, y por eso aún hoy, cuando ya no dispongo de tiempo para leer y comentar por todas partes, sigo agradeciendo a quien tuvo la feliz idea de crear este formato.

Claro que no solo hay comentaristas bien intencionados en la web. Están, entre otros, los que dejan comentarios spam, que no hacen más que poner alguna promoción a su propio espacio o a algún producto en venta; y también los trols (o trolls), seres oscuros y amargados que se dedican a ir por ahí regando la peor de sus bilis, dejando palabras negativas y con frecuencia agresivas, que muchas veces ni siquiera tienen que ver con el tema de la publicación del blog. 

Hay aún otro tipo que no sé cómo nombrar. Los ubico en un punto medio entre el amigo y el troll, una especie de trol-amigo bien intencionado. Se trata de aquel que comenta sin ofender y, por supuesto, con la mejor intención del mundo, pero solo lo hace cuando tiene algo que decir en contra de lo que se ha publicado, cuando no está de acuerdo. Lo peor es que suele tener una base sólida para lo que dice e incluso puede llegar a tener razón, echando por tierra todo tu trabajo. Son lectores críticos, que saben de lo que hablan, especialistas en encontrar el punto débil de todo tu razonamiento. 

¡Ah, sus comentarios siempre fueron los más difíciles! A los otros se les contesta con una palabra amable o simplemente se les borra, pero estos son al mismo tiempo positivos y negativos. Te mueven el piso, te provocan algún enojo, y también te hacen crecer. Gracias a ellos te ves obligado a poner más cuidado con lo que escribes, a investigar más antes de publicar algo y, todo hay que decirlo, hasta evitar en ocasiones los temas que puedan ser complejos o controvertidos. Porque con ellos uno se siente responsable de cada palabra que lanza al ciberespacio; sabes que ahí estarán, fiscalizando tu texto, preparados para rebatir una a una tus afirmaciones. 

Los tiempos cambian. Mis intereses ha ido variando y mi actividad real se ha ido incrementando, por lo que dedico mucho menos tiempo a esto de los blogs y supongo que del otro lado de la pantalla suceda lo mismo. Ya no hago la ronda diaria por el “ciberbarrio”, leyendo y dejando comentarios en cada espacio amigo (con frecuencia no me alcanza el tiempo ni para participar activamente en mis propios blogs), y creo no equivocarme al decir que son pocos los que siguen esta rutina. 

A veces —las menos— paso y comento, sobre todo para que mis amigos sepan que no los olvido, y una que otra vez dejo mi opinión también en sitios nuevos, cuando un texto me llama la atención. Y sí, debo confesar que en esos momentos me he sorprendido comentando solo en temas que conozco y que han mal-tratado en su publicación, siempre para rebatir, sin ofender, por supuesto, y con la mejor intención del mundo... 

3 comentarios:

  1. Yo llegué al mundo de los blogs gracias a un integrante de pre-textos, gracias a él conocí el suyo y otros más, comentaba tanto que para cuando hice mi blog, ya tenía muchas personas leyendo

    Y también descubrí que era un gran compromiso. Al principio tenía mucho tiempo para postear y visitar otros blogs. Con el accidente y que me lastimé mi espalda y con el descubrimiento de otros espacios, reducí la frecuencia de los post. No quería esclavizarme

    Obvio, mis entradas tienen poca afluencia, pero procuro no frustrarme y agradezco mucho a quien todavía me visita

    Yo tardé en darme cuenta de los que hacían solo promoción jejeje pensé que sí les gustaba mi blog jejeje

    yo no me he topado con los que dices, más que en una ocasión, pero como la verdad borraba todos sus comentarios cuando me hartó, jejeje dejó de visitarme

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  2. ¡Pelusa! Tu me inspiraste para empezar mi blog, jajaja, recuerdo que ya desde hacía un tiempo había hecho un intento en Yahoo, pero sólo escribí una vez y creo que nadie lo leyó, jajaja.

    Por supuesto que el trabajo de mantener el blog activo, fresco y novedoso, requiere un esfuerzo mayor debido al tiempo disponible para hacerlo, yo he leído la mayoría de tus entradas, las cuales siempre me han parecido muy interesantes, quizá alguna vez hice uno de esos comentarios que mencionas, jajaja, a veces me gusta cuestionar lo que leo, sin deseos de causar problema, pero hasta en eso he aprendido a controlarme, jajaja.

    Espero que aunque sea esporádicamente, continúes con tu publicaciones, para motivarme a continuar con el mío :D

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  3. Elena, tú has sido la bloggera a quien más fielmente he seguido, no he llegado a suscribirme como miembro de tus blogs, pero la facilidad que das al poner el enlace en FB me ha permitido seguir muchas de tus aportaciones.

    Y soy sobre todo, admiradora de tus blogs creativos, cuando decides darle rienda suelta a tu lado artística y nos regalas proyectos como acuarelas, encuadernados, manualidades, etc.

    Sigo esperando más entradas tuyas!

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