martes, 23 de septiembre de 2014

La presentación de Otto

Con el tema de esta semana, he tenido que ir retrocediendo en el tiempo para buscar alguna de mis aventuras en las cuales estuviera involucrado un barítono, por más que pensé en algo reciente, no pude encontrarlo, así que les comparto acá una anécdota que a mi hija no le gusta que la cuente y mucho menos que me ría tanto cuando lo hago, pero no me quedó otra opción.

Allá por los años 60 vivimos dos años en la ciudad natal de mi madre, un lugar muy caluroso, de esos en los cuales los niños juegan en la calle a altas horas de la noche.  Por esas cosas del destino, tenía tíos comprendidos en las edades de mis hermanos y mis primos, éramos una pandilla de chicos entre los 6 y los 12 años.

En el barrio, había una chica llamada Carmen, no recuerdo su edad exactamente pero haciendo cuentas creo que debe haber estado entre los 15 y los 17 años.  Carmen tenía muchas inquietudes artísticas, así que vio en aquel grupo de niños mucho material para explotar.

Ella organizó una velada, en la casa de mi abuelito, ya que esta tenía un corredor largo y ancho que se prestaba muy bien para poner una tarima y las sillas para la audiencia, que debía pagar dos centavos por escucharnos cantar.  Por supuesto que esta audiencia estaba integrada por la misma familia que iba a ver a sus retoños desarrollar un acto musical.

Carmen tenía la habilidad de hacer los trajes de fantasía, de papel crepé, esto le llevaba algún tiempo, mientras ensayábamos cada uno nuestra canción, ella cosía nuestros atuendos.

La noche de la presentación, estábamos todos nerviosos, la tarima quedaba en lo alto y teníamos a la vista a toda la concurrencia, lo cual nos cohibía un poco.  La velada la abría yo por ser la más pequeña y la cerraba Otto por ser el mayor, que dicho sea de paso, es mi tío en segundo grado.

A mí me fue muy bien, canté El puente roto, canción que hasta la fecha recuerdo muy bien, pero a Otto a pesar de que tenía una buena voz, de barítono diría yo, le fue muy mal, el cantó Marina, Marina, Marina, y conforme cantaba su pantalón se mojaba y el trataba de taparse con ambas manos pero no dejaba de cantar, y yo no paraba de reír.



29 comentarios:

  1. Hola Miriam. Tu historia me recordó que yo acostumbraba a hacer algo similar con otro niño de entonces, pero nosotros nos especializábamos en títeres: Armábamos la tarima, creábamos los títeres con trapos, y luego modelando las voces hacíamos de varios personajes, para todos los demás niños de la calle y sus padres. Era fenomenal, porque todos nos daban su total apoyo, claro que no cobrábamos jaja.

    Quedé con la duda de ¿Por qué a tu hija no le gusta que cuentes esa historia?

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    1. Que talentoso y dadivoso eres Alex, dar diversión y gratis a niños es algo digno de admirar, ¡felicitaciones!

      A mi hija no le gusta porque dice que es burlarme del pobre Otto, que eso era bullying, jajaja, pero él quería cantar y nadie se lo impedía.

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    2. ¿Y Otto qué dice de esta historia? :D

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    3. ¿De la que escribí acá? No lo sabe :P

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    4. ahorita mismo le cuento a Otto, no sé sus datos pero en el internet todo se encuentra jajajaja

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    5. Jajajaja ¡pero qué vieja tan chismosa! jajajaja

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  2. Me has hecho reír, Miriam, ¡pobre Otto! ¡Y qué resistencia la de él de seguir cantando a pesar de las... circunstancias! jajajaja! ¡Pobrecito!
    Debe haber sido muy interesante estar desde tan pequeña en un grupo creativo, envuelta en todo un proceso de espectáculo hasta con audiencia y todo!
    A tu hija no le gusta pero, ahí viene la pregunta, ¿qué opina Otto cuando haces esta historia y te ríes tanto? :D

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    1. Pelusa ¿verdad que da risa? Es que te imaginas si al leerlo te ríes, cómo era viéndolo en persona, eso era de no parar.
      He sido muy afortunada por todo lo que he visto, experimentado y disfrutado de esta vida, y de las personas que han estado en cada momento, poniendo su granito de arena en mi formación.
      Pues a Otto en aquel tiempo le daba vergüenza, se ponía colorado cuando uno recordaba su paso por la tarima, al crecer dejamos de vernos, él llegó a ser diputado no sé si todavía esté ahí, pero perdimos la relación, así que me río pero él no lo sabe :D

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    2. Asumo que Otto perdió el miedo a las presentaciones públicas una vez que se hizo diputado, no puedo imaginarlo en el Congreso haciéndose pipí mientras interviene jajajajajaja.

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    3. Yo también lo asumo Loly, sería una vergüenza para la familia que él continúe haciendo de las suyas, jajajajaja.

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  3. Pobre Otto, aunque que profesional era, ¿Por qué a tu hija no le gusta esta historia?
    Me encanta ir a esos momentos de pequeños en los que se hacía ese tipo de actividades, hace años cuando aún se jugaba y se hacían planes.
    Saludos

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    1. Si Christian, pobre Otto, era de los mayores del grupo, así que ya se daba perfecta cuenta de su problema, a mí hija no le gusta porque dice que uno no debe burlarse de nadie, menos de un niño, jajajaja, pero él ya no se da cuenta que lo sigo recordando.

      Aquellos fueron unos lindos días, sin TV, sin juegos virtuales, mucha amistad y camaradería.

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    2. Sólo falta que Otto sea bloguero y navegando llegue a esta página donde su prima menor le hace bulling hasta ahora jajajajajaja

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    3. Jajajajaja, sólo eso me faltaba!!! ¿se podrá borrar la historia todavía? :P

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  4. jajajajajaja Miriam...lo que dicen todos Pobre Otto!!! Estar en esa situación y seguir cantando...eso es digno de elogio. Pero si yo hubiera estado en tu lugar me hubiera pasado igual que a Otto...pero de la risa!!! Me he divertido tantísimo con tu historia!! Gracias!!!

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    1. Jajaja era perseverante el muchacho, lo peor era que el traje estaba hecho de papel crepé y mojado se ponía en dificultad, pero terminó su canción con una voz tan potente que hacía olvidar su desgracia.
      Vaya que no estabas ahí Karelia, hubieran sido ¡dos! Qué bueno que te divirtió.

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  5. Jajajajajajajaja ay Miriam cómo me he reído con esta anécdota, pobre Otto de seguro le quedó un trauma y nunca más volvió a cantar.

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    1. No Loly, si eso es lo bueno de la historia, el siguiente año repetimos el recital y a él le volvió a pasar jajaja. Seguramente por eso se dedicó a la política.

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    2. noo!!! le volvió a pasar!! no, entonces no es un santo, es un masoquista jajajaja

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    3. Yo diría que es perseverante, ja ja.

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    4. Entonces fue por eso que se dedicó a la política, porque ya desde chiquito se acostumbró a embarrarla jajajajajaja.

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    5. Jajajajaja así fue Hilda, Carmen vio el éxito de la obra y quiso repetirla y el pobre Otto tuvo el mismo percance, pero él firme, terminando su canción.

      Claro Angélica María, muy perseverante, se notaba que le gustaba ser aplaudido jajajaja.

      Si Loly, por ahí andará regándolo todo jajajajaja.

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  6. jajajajajaja miiiiiiiiiiriam, que manera de reírme, hay pobre otto, me imagino que él no estará muy feliz de saber que su infortunio nos divierte tanto, pero que sería de la vida sin estos momentos inolvidables, gracias por compartirlo

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    1. Jajajaja, Vilma no aguanto las ganas de contarle a mi hija que todos nos reímos mucho, jajajaja a ver si esa maestrita no nos demanda, jajaja.

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  7. Oh no!! pobre Otto!!! dime, ¿alguna vez pudo salir a la calle, logró superar ese trauma tan violento?? que hombre tan valiente, merece canonizarse jejeje

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    1. Por supuesto Hilda, en la niñez se tiene la capacidad de levantarse al siguiente día como si nada hubiera pasado :D

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    2. jejeje no sé Miriam, a mí me pasa eso y jamás en mi vida salgo de mi cuarto jijiji

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  8. Es el tipo de anécdotas que no se olvidan y aunque se las repitan varias veces, no deja de causar hilaridad.

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    1. Así es Angélica María, y esta vez me cayó de perlas, porque celebrando el cumple de mi nieto, salió a la plática el acto en el que él participó y que lo hizo con mucha soltura, entonces mi nuera me preguntó si a esa edad (6 años) yo había participado alguna vez, ahí me recordé de esto y pensé compartirlo pero dudaba si estaría bien o no, pero veo que me sacó del atolladero jaja y les gustó mucho :D

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