Barítono... Barítono... Barítono... Algo compleja la palabra para recordar una curiosa aventura justamente con esa palabra.. Eso pensé el lunes al aparecer la publicación de la semana y me puse a repasar mentalmente qué pedazo de mi vida podría contarles en referencia al tema.
Los días fueron pasando y recordé que a finales del año 2009 viajé a Sttutgart, Alemania para pasar Navidad y fin de año con mi hermana y su familia, que llevaba en aquel entonces algo más de 16 años viviendo por allá y por diferentes circunstancias no me había sido fácil visitarla en todos esos años y ante su inminente regreso a Ecuador me invitó a pasar tres semanas con ella porque quizás después sería un poco difícil que pudiera emprender ese viaje no estando ella allá.
Como es de esperarse mi hermana me colmó de atenciones y me recibió en su casa y me llevó de paseo por algunas ciudades de Alemania y de Francia. Como regalo de Navidad me obsequió dos boletos para diferentes espectáculos que sabía serían de mucho agrado para mi, uno para el Concierto de André Rieu en Mannheim y una invitación muy especial para ir juntas a ver un musical que estaba moda allá llamado "Wicked", donde consiguió asientos con una muy buena ubicación y así fue que llegó el día de asistir al teatro, muy elegantes fuimos, nos ubicamos y nos preparamos para el espectáculo, con una puesta en escena maravillosa, sólo que con un inconveniente serio para mi...la obra estaba cantada totalmente en alemán y yo del Meine schewester (mi hermana) que le escuchaba frecuentemente a mi hermana decirle a sus amigos sobre mi y del danke (gracias ) y bitte (por favor) no había pasado en ese idioma, así que aunque disfrutaba de los maravillosos trajes y voces de sopranos, barítonos y tenores pues no entendía bien la historia, a más de encontrarle alguna relación con El mago de Oz.
Mi hermana sentada al lado mío y preocupada porque yo no entendiera la obra, me hablaba al oído traduciendo algunos pasajes y así fui entendiendo algo para felicidad mia, pero infelicidad de nuestros vecinos de asiento que en inentendible alemán se quejaban o nos silenciaban de rato en rato.
Demás está de decirles que así transcurrieron todos los actos de la obra musical y al finalizar la misma uno puede compartir con los actores y cantantes, tomarse fotos o compartir una copa de vino, cosa que hicimos con mi hermana y cual no sería mi sorpresa al saludar con tres actores y ellos sonriendo mucho le dijeron a mi hermana que ya que teníamos asientos muy cerca se habían dado cuenta que yo no hablaba alemán y que ella estaba traduciendo todo para mi, cuando mi hermana me explicó lo que ellos decían comprendí que hay situaciones donde sonreír es la única opción ante la vergüenza ya no por las sutilezas del idioma si no por su desconocimiento total.
Los días fueron pasando y recordé que a finales del año 2009 viajé a Sttutgart, Alemania para pasar Navidad y fin de año con mi hermana y su familia, que llevaba en aquel entonces algo más de 16 años viviendo por allá y por diferentes circunstancias no me había sido fácil visitarla en todos esos años y ante su inminente regreso a Ecuador me invitó a pasar tres semanas con ella porque quizás después sería un poco difícil que pudiera emprender ese viaje no estando ella allá.
Como es de esperarse mi hermana me colmó de atenciones y me recibió en su casa y me llevó de paseo por algunas ciudades de Alemania y de Francia. Como regalo de Navidad me obsequió dos boletos para diferentes espectáculos que sabía serían de mucho agrado para mi, uno para el Concierto de André Rieu en Mannheim y una invitación muy especial para ir juntas a ver un musical que estaba moda allá llamado "Wicked", donde consiguió asientos con una muy buena ubicación y así fue que llegó el día de asistir al teatro, muy elegantes fuimos, nos ubicamos y nos preparamos para el espectáculo, con una puesta en escena maravillosa, sólo que con un inconveniente serio para mi...la obra estaba cantada totalmente en alemán y yo del Meine schewester (mi hermana) que le escuchaba frecuentemente a mi hermana decirle a sus amigos sobre mi y del danke (gracias ) y bitte (por favor) no había pasado en ese idioma, así que aunque disfrutaba de los maravillosos trajes y voces de sopranos, barítonos y tenores pues no entendía bien la historia, a más de encontrarle alguna relación con El mago de Oz.
Mi hermana sentada al lado mío y preocupada porque yo no entendiera la obra, me hablaba al oído traduciendo algunos pasajes y así fui entendiendo algo para felicidad mia, pero infelicidad de nuestros vecinos de asiento que en inentendible alemán se quejaban o nos silenciaban de rato en rato.
Demás está de decirles que así transcurrieron todos los actos de la obra musical y al finalizar la misma uno puede compartir con los actores y cantantes, tomarse fotos o compartir una copa de vino, cosa que hicimos con mi hermana y cual no sería mi sorpresa al saludar con tres actores y ellos sonriendo mucho le dijeron a mi hermana que ya que teníamos asientos muy cerca se habían dado cuenta que yo no hablaba alemán y que ella estaba traduciendo todo para mi, cuando mi hermana me explicó lo que ellos decían comprendí que hay situaciones donde sonreír es la única opción ante la vergüenza ya no por las sutilezas del idioma si no por su desconocimiento total.
Tienes razón, Elizabeth, las barreras idiomáticas son toda una molestia. ¡Pero qué amable tu hermana que te tradujo todo aquello! ¡Y qué aguante el de los actores y cantantes de no mandarlas a callar! :)
ResponderEliminarCuando yo empecé a ir a ver canto lírico la verdad es que nunca me preocupé por entender mucho más allá de lo que decía someramente el programa, me conformaba con escuchar las voces como parte de la música en general. Luego, cuando me empecé a interesar por lo que decían, ya la tecnología había llegado a los teatros y lo veía todo como una peli con subtítulos. En ese sentido tuve suerte. :)
Elena no tenía idea de que los teatros vienen ahora con dispositivos para traducción simultánea ¿es así?
EliminarBueno, al menos en Japón y aquí en España lo he visto. No sé si en todos los teatros, porque he ido muy poco. En Japón lo vi en el Teatro Nacional de Noh, en Tokyo; tenían una pequeña pantalla en cada asiento con unos botoncitos de modo que uno podía elegir en qué idioma leer el texto de la representación. Aquí lo vi en el Liceu de Barcelona, donde además de la pantallita personal con varios idiomas, había una enorme sobre el escenario aunque allí solo ponían el texto en catalán. Es como ver una peli con subtítulos, pero en vivo :)
EliminarEl idioma puede ser una barrera en este tipo de casos, pero sin duda tu hermana y los actores muy amables, generalmente cuando asisto no intento entender lo que dicen e intento disfrutar, ahora en los cines de Colombia presentan grandes obras son subtitulos, las obras son en vivo desde New York.
ResponderEliminarSaludos
Elizabeth era tan comprensible que el idioma fuera un impedimento para apreciar el musical en todo su esplendor, y a mí que me cuesta entenderlos hasta en español :S
ResponderEliminar¡Qué lindo viaje tuviste y qué buenos regalos te dio tu hermana!
jajajaja Miriam yo por eso solo veo ópera que tenga subtítulos :)
EliminarYo dejo que mi imaginación ponga los diálogos Hilda, de repente le atino :D
Eliminarjajajaja mientras tu imaginación no ponga diálogos de final feliz donde todos terminen muertos, está bien jajajajjaa
EliminarY yo mejor ni veo ópera, no sea que termine confundida jajajajaja
Eliminaray que hermoso regalo Elizabeth, primero poder conocer esas hermosas ciudades y luego un concierto de ese fabuloso violinista!!
ResponderEliminarque bien poder convivir con los artistas de una obra y que risa ver que todo mundo se enteró que no sabías alemán jejeje
oye pero fueron muy lindos en no estar molestos por los constantes comentarios, yo también estuve en una ópera recién llegada a praga sin entender el idioma, pero realmente era en italiano, creo que era el fígaro, pero la verdad no estoy segura, tengo recuerdos bien vagos de todo el paseo, solo que insistentemente me preguntaban si entendí algo y yo con la cara que se me quemaba de vergüenza por que ni aunque hubieran cantado en español habría entendido ni papa
ResponderEliminarElizabeth te envidio cada uno de los viajes a Alemania!!!
ResponderEliminarY agradece que yo no estaba cerca de tí mientras tu hermana te susurraba la traducción al oído, pues tal vez no hubiera sido tan sutil como tus vecinos o como los protagonistas de la obra jajajajaja.