lunes, 22 de septiembre de 2014

El torrente

Barítono... la palabra que más temía de las tres es la que ha salido. A la mente me vienen las grandes personalidades de la ópera internacional, las veces que fui a ver alguna zarzuela..el disco de Il Divo que tengo en casa. Pero aquí la palabra clave es "personal". Tiene que ser algo que me haya sucedido. Y ahí saltó la historia.

Entre los años 2008 y 2010 estuve trabajando de Metodóloga de Extensión Académica en el Centro Nacional de Escuelas de Arte (CNEART). Consistía esto en coordinar el talento de las escuelas nacionales de arte (ya fuera música, artes plásticas, circo, etc) para que se presentaran en espectáculos de primer nivel. Así garantizábamos la calidad de la presentación y los estudiantes tenían la oportunidad de actuar en escenarios reales e interactuar con el público, experiencia esta que no se aprende en ningún libro de texto. Era una labor apasionante ya que estaba constantemente rodeada de adolescentes talentosos y aprendía de ellos un mundo y más.

Por supuesto, a estas actividades iban alumnos escogidos..lo mejor entre lo mejor, tarea bien difícil pues en las escuelas de arte en Cuba si algo sobra es talento. Por eso cada vez que nos solicitaban una presentación teníamos que ir por las escuelas haciendo audiciones junto al productor del espéctaculo en cuestión. Esa era mi parte favorita ya que la contrapartida eran llamadas telefónicas, coordinación de  transporte y recogida, acreditación y alimentación...ardua labor en nuestro país.

Esa vez recuerdo que tuve que empezar por una de las escuelas para mí favoritas: la de circo. Junto con el Maestro Alberto Méndez me deleité infinitamente con los números de acrobacias que presentaban los alumnos, a los que conocía en su inmensa mayoría. Las contorsiones, la habilidad física, el riesgo que implica el trapecio...todo eso me fascinaba y aún lo hace. Por eso cuando el Maestro me anunció que la próxima audición sería en la Escuela de Arte Lírico no pude evitar un mohín de disgusto. La ópera y yo nunca hemos sido muy cercanas, aunque me apene confesarlo, y tener que hacerlo por trabajo lo tornaba doblemente fastidioso.

Con un sol de infortunio, de esos de la una de la tarde en Cuba, llegamos a la escuela...un edificio antiguo, en sus días bello, pero ahora en franco declive. La sombra del vestíbulo fue una bendición y enseguida  nos hicieron pasar a la oficina del director. No me lo podía creer!!! Adolfo Casas, director del Teatro Lírico frente a mí y ofreciendome asiento y café!!! No sabía que hacer. Me senté frente a él y mientras hablaban los maestros me sorprendió la suavidad y sencillez de aquel hombre destacado por su virtuosismo a escala internacional.

La hora de empezar la audición llegó y ya con el ánimo mas predispuesto entre a una salita con un piano de cola, un pianista con look de hippie y varios asientos vacíos. Nada del glamour que yo esperaba. Tomé asiento algo decepcionada e hicieron pasar al primer aspirante. Era un chiquillo delgado al máximo, con barrillos en la cara, gafas y el pelo revuelto. Algo así  como un Harry Potter  desnutrido con acné juvenil. Menos mal que no sorprendió mi mirada de incredulidad pues me hubiera apenado muchísimo.

Sonaron los primeros acordes del piano (no me pregunten cuáles pues no estaba muy interesada) y como un milagro un torrente de voz profunda, limpia, clara salió de la garganta de aquel casi niño para darme una de las lecciones de humildad más grandes de mi vida. No sé si era barítono, bajo o tenor...no recuerdo qué cantaba...solo que no quería que parase...que siguiera cantando...que envolviera la habitación con sus notas pues en ese momento en que empezó a cantar el sol del mediodía se eclipsó así como mi escepticismo y nació en mí un profundo respeto por aquellos que con su voz hacen la magia del Universo.

17 comentarios:

  1. Me he emocionado con tu historia, sabes que la última parte es la que más me gusta, a todos de alguna manera nos falta un poco humildad, en muchos aspectos, debo decir que me encanta la opera pero no soy un conocedor, simplemente la disfruto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si te has emocionado para mí es más que suficiente. Para mí eso es lo importante...poder transmitir las emociones y sensaciones del momento que relato. Yo, particularmente, no soy fan de la ópera pero luego de ese día siento un profundo respeto por aquellos que la interpretan porque verdaderamente hacen magia con su voz.

      Eliminar
  2. Karelia que rápida para inspirarse en una historia con barítono! apenas hoy publicamos la palabra y ya tienes tu historia, yo llevo varios días dándole vueltas a la palabrita y terminé escribiendo algo en lo que parece voy a perfeccionarme: una historia poco profunda e informal jajajaja.

    Sabes que me llamó muchísimo la atención el cargo que ejercías, eso de que haya escuelas por disciplinas (circo, arte, etc) y que se recorra las mismas para buscar talentos que se presenten debe ser algo fascinante. No tenía ni la más mínima idea de que algo así pudiera existir.

    Y me alegro de que hayas tenido tan buena experiencia con el chiquillo, a veces las voces más privilegiadas vienen en los estuches menos pensados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Loly si tu historia está buenísima!!!! Yo cuando vi que la palabra era "barítono" por poco tiro la toalla pero al tener que ser una vivencia personal eso reduce un poco la búsqueda así que pensando me acordé de esa vez. Mi trabajo sí que me encantaba porque aprendía muchísimo de los muchachos, ya fuera de pintura, música, danza o teatro. Además esa experiencia me hizo ser más humilde y más cauta a la hora de sacar conclusiones.

      Eliminar
    2. Realmente es increíble los recuerdos que pueden venir a nuestra mente cuando tratamos de enfocarla en una determinada dirección, como la palabra de esta semana por ejemplo, yo no he tenido gran acercamiento a la música más allá de escuchar discos y radio, por lo que temí no tener nada que decir sobre esta palabra, luego empecé a pensar que un barítono no necesariamente debía ser una persona y entonces ¡voalá! surgió mi inquilino en mi memoria :D

      Eliminar
  3. que experiencia tan increíble, de veras te envidio, a mi si me gusta la ópera, bueno lo poco que he visto en vivo me ha gustado, es fascinante verlos sobre el escenario, aunque no entienda ni papa, lo que logran con su garganta logra transmitirte toda la emoción del mundo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Vilma!!! Y en cuanto a no entender ni papa ya somos dos!!!

      Eliminar
    2. ¡Tres! y yo nunca he visto una ópera en vivo.

      Eliminar
  4. ¡Linda historia, Kare! A mí todo lo relacionado con la música y los músicos me fascina. Me parece cosa de magia que con solo dos manos o su voz puedan hacer tantas maravillas (y NO lo digo con doble sentido, jejeje). Ya ves que, así sean de boleros -que está muy lejos de ser mi genero favorito-, los cantantes se merecen todo mi respeto.
    La ópera me gusta mucho, el circo no tanto pero no dejo de reconocer el esfuerzo y la preparación que lleva cada espectáculo.
    Tu historia, bien contada. Me gustó mucho. Me puse hasta nerviosa "frente" a Casas. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias prima!!! A mí también me fascina la música...me eleva a un mundo de sensaciones y de recuerdos. Es que nuestra familia es muy musical. De los Brito el que no canta, recita o escribe!!! Y en cuanto a Casas...imagínate como estará yo que lo tenía delante!!!

      Eliminar
  5. Felicitaciones Karelia, por el trabajo que ejercías, por estar frente a una personalidad y por haber salido ya del tema ¡Barítono!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajajajajaja..pues sí!!! Privilegiada por haber salido del barítono!!!

      Eliminar
  6. A mi "querido" presidente Correa, que tantas veces visita Cuba, no se le ha ocurrido copiar esa magnífica idea de ustedes de buscar talentos en las escuelas. Muchas veces nos encontramos con chicos fuera de lo común y no sabemos como direccionar ese talento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En Cuba Angélica hay escuelas propiamente de artes pero separadas por especialidades: de música, artes plásticas, danza, teatro, circo, la de ballet que es una de las más famosas pero también en las escuelas primarias hay círculos de interés para que los maestros puedan apreciar qué talento tienen cada niño y así encaminarlo ya sea a las Casas de Cultura o a las audiciones para entrar a las escuelas de arte.

      Eliminar
  7. Karelia, yo pensé en Carlos de Il Divo, el barítono del grupo jajaja Has de saber que soy fan de ellos, tengo todos sus discos y he ido a tres de sus conciertos

    Que interesante trabajo, digo, a pesar de todos los inconvenientes que padre que le hagan promoción a los talentos de los jóvenes, hace falta eso.

    Y si, muchos que pareciera que no valen mucho, artísticamente hablando, tienen unos talentos maravillosos que uno podría oírlos por horas!!

    ResponderEliminar
  8. Hola Karelia. Jamás he presenciado un suceso en el cual se considere que alguien no podrá dar a basto con sus cualidades ante una determinada determinada exigencia; sin embargo, logré imaginar de buena forma lo que sentiste en ese momento ya que estoy acostumbrado a ver videos de audiciones musicales de ciertos programas en los que casos como el tuyo suelen dar. Recuerdo el de Susan Boyle, Christopher Maloney, Janey Cutle, entre otros.

    1. https://www.youtube.com/watch?v=RxPZh4AnWyk
    2. https://www.youtube.com/watch?v=k1T9-I3wx8I
    3. https://www.youtube.com/watch?v=JAwOZvvGsRs


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí Alexander..al final me sentí superavergonzada por haber juzgado tan precipitadamente al muchacho. Fue una buena bofetada y una lección de humildad!!!

      Eliminar