La primera anécdota que se me vino a la mente con la palabra nube fue lo distraída que a veces soy, de ello podría contarles no solo una si no varias anécdotas, pero este tema ya se lo trató en una historia anterior, así que pensando pensando recordé cuando hice mi primer viaje largo en avión, esa sensación de pasar las nubes estando en un avión, sensación agradable al principio si es de día y puedes ver por la ventanilla como literalmente el avión se mete en las nubes, las atraviesa pero nada agradable cuando pasando por las nubes hay turbulencia, allí se le acaba la gracia a las tiernas nubes, allí siento temor por el movimiento del avión y una mezcla de temor y autoconvencimiento de que nada pasa, cuando veo caras desconcertadas sintiendo lo mismo que yo con la necesidad urgente de que ya pasen esos escasos minutos.
Lo más simpático de esta historia es que desde hace años me toca viajar por diversas razones, en viajes cortos dentro del país, generalmente a la capital o fuera del pais y cuando son por razones laborales generalmente me ha tocado estar sentada en el avión junto a algún compañero mas nervioso que yo y resulta que termino haciendo terapia, nadie se imagina el miedo que me producen las turbulencias, allí mi miedo pasa a un segundo plano, para poder calmar a quien tiene temor.
Amigos del blog, en realidad, con esta anécdota, les estoy contando un secreto bien guardado por mi!
Ajajá! ahora tengo con qué chantajearte Elizabeth jajajajaja.
ResponderEliminarA mí tampoco me gustan las turbulencias, es que el avión empieza a subir y bajar y empiezo a rezar.
Lolita no serias capaz o si??? Jajajaja
EliminarLolita no serias capaz o si??? Jajajaja
EliminarUff! Las turbulencias son odiosas. No me pongo muy nerviosa con ellas, pero siempre provocan inquietud. No te preocupes que tu secreto no sale de hispanoamérica.
ResponderEliminarMe tocó sufrir turbulencias también Elizabeth, creo que ese es un temor muy común y lógico, además de sentir el zangoloteo, cuando hay tempestad y lluvia, es horrible.
ResponderEliminarA mi me encanta sentirse encima de las nubes, ver esos "campos de algodón celestial" no tiene comparación.
jejeje, si, creo que te gané el tema de las distracciones y por lo que veo, somos varios los que podríamos hacer un libro de anécdotas por andar en las nubes jijiji
ResponderEliminarElizabeth, es una buena estrategia, calmar la ansiedad ayudando a otros a calmarla jejejeje
me hiciste recordar un vuelo, donde al despegar, todos estábamos nerviosos y un niño preguntó en voz alta ¿mamá, vamos a morir? jeje
no supimos si reír o llorar jajaja
ah no, fue Joseph a quien te referías, lo dicho, muchos andamos en las nubes, es contagioso jijiji
Eliminar