domingo, 14 de diciembre de 2014

Mamá... mami...? pues mamá!!

Cuando vi la palabra de la semana pensé que al igual que con lluvia tendría muchas anécdotas que escribir sobre mi madre pero al tratar de decidir que historia podría contar me doy cuenta que en muy raras ocasiones utilizo la palabra mamá para referirme a mi madre, por lo regular es mami, no acostumbro a emplearlo ni para el posesivo, "mi mamá", como suele hacer mi hermana. Para mi, mi madre es mami y mamá era mi abuela o mi tía abuela, mamá Maria y mamá Celina respectivamente.

Ante esta situación pensé si escribir sobre mami o hacerlo sobre mi abuela, decidí contar una de las tantas anécdotas que tengo con mamá Maria.

Mi abuela era un ser sumamente complicado, un espíritu de contradicción como dicen. Vivía en un terreno enorme justamente al lado del cementerio del pueblo, tenia árboles de prácticamente todas las frutas que se producen aquí: naranjas, limones, mangos, tamarindos, piñas, chinolas, peras criollas, coco...; también tenia habichuelas, guandules, frijoles, plátanos, yuca, guineos, auyama además de unos cuantos cerdos y gallinas y pollos.

Cada verano, en vacaciones escolares, nos pasábamos una o dos semanas con ella lo que luego de los primeros días nos resultaba difícil porque mi hermana y yo somos 100% urbanas, el campo después de varios horas no era, ni es, para nosotras especialmente porque mamá preferiría prescindir de la mayoría de las cosas que para nosotras eran comunes como teléfono, televisión o reloj, sólo se permitía un radio básicamente para escuchar las noticias.

El servicio de transporte de ese entonces era a domicilio. Salía de la ciudad a las 2:00 pm y del campo a la capital a las 6:30 am. El día antes de regresar a casa organizamos nuestro equipaje y nos acostamos con la precaución de no quedarnos dormidas, esta demás decir que dadas las circunstancias, la hora de irse a la cama era entre las 8:00 y las 9:00 pm. Mi hermana me despertó para que me bañara y me vistiera y nos sentamos en la sala oscura a esperar que pasara el autobús a recogernos aunque no teníamos la menor idea de la hora. Cuando teníamos como una hora esperando se levantó mamá y nos preguntó que hacíamos levantadas, le explicamos que esperando el autobús pero que no sabíamos la hora, nos dijo que creía que era muy temprano, en eso cantó un gallo y nos dijo que al parecer eran las 4:00 porque estaba muy oscuro para que fueran las 6:00 y que el gallo cantaba cada dos horas, seguimos esperando y al gallo volvió a cantar pero tampoco parecían las 6:00 y esperamos mas, y más y más y el gallo nos volvió a cantar!!

Resulta que mi hermana me levantó a las doce de la noche!! nos pasamos toda la noche sentadas en una mecedora esperando las seis y cuando el gallo nos cantó por tercera vez, mamá sólo nos dijo "ah caramba, cuando el gallo cantó la primera vez eran las dos, ahora es que son las seis" y se fue a preparamos un desayuno muuy consistente!!


11 comentarios:

  1. jeje, supongo que no llevaban reloj de bolsillo para no depender de ese gallo de medianoche jejeje

    yo no he podido encontrar que contar a pesar de ser una palabra tan sencilla, así que voy a pasar.

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    1. ah!! y a mi mamá, yo le digo mami, mamita, mamá. Aunque según ella le digo mamá solo cuando estoy molesta jejeje
      Y a mi abuelita, no le decía abuelita, le decía mamá Paba :)

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    2. Me ocurre que escucho la palabra mami, más dulce y tierna, así llamaba a mi mami y mis hijos también me llaman así.

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    3. Ni de bolsillo, ni de pulsera ni de nada. En esa época, yo rondaba los 8 o 9 años, ninguna de las dos usábamos reloj

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    4. Aquí eso es lo común, mami a la mamá y mamá a la abuela

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    5. jejeje, pues no, a esa edad usar reloj, no era muy común

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  2. Yo nunca le digo mami a mi mamá, siempre fue mi mamá, ahora que está anciana, le digo mamita, madrecita querida o mi viejita, pero mami no, en aquellos tiempos eso era cursi.
    Ahora mis hijos me dicen mami, no sé si sea más tierno, pero es como ellos se acostumbraron, y mis nietos me dicen abuelita y a mí me encanta esa palabra :D

    Sobre lo que te pasó, creo que a muchos nos habrá pasado alguna vez, si no hay un reloj cerca, uno madruga más con tal de no perder el transporte, prácticamente pasaron la noche en vela, jaja, lo bueno es que se habían acostado temprano.

    Yo creo que, aunque la palabra de la semana fuera mamá, se podría escribir algo de mami o madre, que al final son lo mismo :)

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    1. Si, bien pude escribir acerca de mi mami pero preferí esta de mi abuela.
      Amanecimos en claro!!

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  3. Toda la noche esperando despiertas! Qué coraje!!!
    Hace siglos que no escucho un gallo cantar, tu anécdota me llevó de vuelta a la infancia cuando todavía había de esas aves en la ciudad.
    Para mí es siempre mami o mima. Mamá sólo lo uso con el posesivo: mi mamá o tu mamá. Madre no lo uso nunca, salvo cuando escribo sobre ella. Mis hermanos suelen decirle "pura" o "vieja" pero a mí ni me gustan.

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    1. Mis hijas me llaman mami, aunque Dani a veces me dice mima :)

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  4. Tania me imagino lo ansiosas que estaban por volver a la ciudad que se despertaron desde las doce de la noche! jajajaja

    Yo uso la expresión "mami" para referirme a mi mamá, y en ocasiones "mamita" y no he llamado a nadie más de esa manera, pues a mi abuela materna siempre la llamé abuelita y no tuve la oportunidad de convivir con mi abuela paterna (falleció antes de que mis padres se casaran)

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