ROLES DE SER MAMÁ

Colaboración de Luisa Adriana

He resuelto comentar sobre el significado del carácter que heredamos sobre ser Mamá, y a los confines que parece llegar; a veces nos creemos que es así que todo debe hacerse de una determinada manera, porque el voz a voz de la cultura lo dicta, gestar, amamantar, limpiar, consentir, cuidar, acunar, cantar, comida, llorar, alegrar, sonreír, enseñar, y mil adjetivos más, son los que ese saber de antaño, de tradición de sociedad, de rol, nos dicta, y en la mayoría de los casos cuando existe en nosotras un anhelo por ser Mamá, los acogemos e intentamos poner en práctica en la medida del acompañamiento del compañero, o sin él; y cada día resulta un logro y vemos en los hijos nuestros esfuerzos, y los vemos crecer, y formarse poco a poco como personitas, que en su inocencia se atribuyen nuestras enseñanzas y se convierten en nuestro orgullo en todas sus actitudes y gestos. Y es así además que sus mundos van tomando camino, y se van creando las distancias propias de su crecimiento.

No obstante, hay algo entre muchos que no corre en la cultura, en la tradición o en la herencia, y es cuando nos debemos enfrentar a actitudes que no estaban previstas en ese margen de modelos que nos ciframos. Cuando los hijos comienzan sus etapas de individualidad, autonomías, sea dentro de la adolescencia o ya iniciando un poco su adultez, y creen que pueden solos emprender sus ideales, tropiezan, se descubren a ellos mismos en errores que no midieron y menos que estaban encajados en ciertas normas que obtuvieron, para los cuales quizá no les alcanzamos a dar ninguna información, puesto que todo nos parece que es a otros a quienes les sucederá.

Este semestre particularmente debí descubrir ese otro rol de la Mamá, el saber escuchar, atender, intentar comprender, y acompañar y por sobre todo ser fuerte a mas no poder, ese chico dice,-más bien ese Joven-, Mami  te necesito!!! Porque ha llegado una situación que trae consigo, decepciones, errores que han hecho daño, dificultades con otros y consigo mismos, y entonces estas desarmada, puede que no sepas ni que decir, y de ese yo interior salen las palabras que consideramos justas, los regaños que han de llegar, con el aprendizaje de que ya no se tienen bebes a los cuales se llevan de la mano y hacen un poco más lo que tú digas; y él quiere entenderse y actuar racionalmente, y llorar tal vez sus tristezas, y no derrumbarse, y sabe que el hombro, a pesar de la situación, para adormecer sus pesares, es el nuestro, Y Mamá, retoma toda la importancia y ha de ser el motor para la recapacitación. 

Ahora, ellos tienen razones, justificaciones, que han tomado de sus maneras de ver y vivir la vida, y te vas acoplando a esos seres que siendo tuyos están haciendo su mundo aparte y en un momento hasta parece que son de otros. Han crecido y madurado, y son ellos, así nada más.

Y me regreso a la época en que todo iniciaba, a mis bebes, y recuerdos sus comentarios audaces pero sin sentido, para la vida; y hoy a pesar de sentirme orgullosa de quienes hemos formado, mantenerte cerca, considerar, que todo está hecho es una falacia, jamás terminamos, nos reinventamos ante sus nuevas situaciones, sus edades en evolución, sus actitudes y rumbos; y seremos siempre esa fortaleza, ese cordón que nunca se pierde, hay un vínculo que no cambia que no está estructurado en representaciones de pasados, cada día es nuevo y cada día, nuestra labor nuestro rol tan solo se muestra en sus diferentes facetas. Siempre es gratificante, ser Mamá es un trabajo engrandecido tan completo y estructurado de la mujer, refiriéndonos en este caso, pero diría entonces frente a ser Padres. 

Hoy ante este tema, me  dije definitivamente ser Mamá va tan lejos como queramos que nuestros hijos alcancen sus ideales, y cada vez aparecerá una situación que nos enfrente a buscar en nuestro interior como siempre estar para ellos. Me encanta ser esa persona que permanece, que se acopla y vive, que halla en las vivencias de sus hijos las razones para seguir, me encanta que ellos aun en sus dificultades me busquen y pueda tan solo si necesitaran escuchar, creo que cuando estamos afligidos por algo, es genial tener con quien contar, pero también con esta experiencia ellos comprenden que en todo momento soy parte de sus vidas y nos hacemos más cercanos, ahora como adultos (o en proceso de adultos) y generamos otras afinidades y nos vamos volviendo complemento de nuestros días juntos.

Saludos

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Soy Luisa Adriana, Colombianísima, amante de la vida, las letras, la música, profundamente entregada a vivir tranquila en armonía, con mis adorados hombres. Anhelo en este espacio con tan grata idea poder compartir ideas que te quedan rondando en la cabeza.