domingo, 28 de diciembre de 2014

Cinco como los dedos de una mano

Tengo dos ñañas y dos ñaños, yo soy la menor de los hijos, por ende puedo decir que fui siempre la mas engreída, mimada y quizás hasta la mas caprichosa por ser la mas pequeña.
Mis tres hermanos mayores tienen apenas un año de diferencia entre ellos, luego hay tres años de diferencia en edad con mi siguiente hermano y conmigo dos años mas. Así que si se trataba de juegos, el más contemporáneo siempre fue mi ñaño Carlos, con él jugábamos pero casi siempre peleábamos mucho por todo, que si no nos poníamos de acuerdo en un juego determinado, que si el uno o el otro quería ganar todas las veces, que si los juegos eran bruscos, llegábamos muchas veces a corretearnos por toda la casa, y debo ser franca a mi ñaño le echaba la culpa por todo, solía llorar y decir que Carlos me pegó, que carlos me quitó mis juguetes, que carlos me gritó, etc y como yo era más pequeña terminaban castigando casi siempre a Carlos, y debo haberlo tenido cansado de que siempre le echara la culpa por todo, así que cuando tenía oportunidad en verdad se desquitaba cómo podía, inclusive recuerdo una vez que encendió un fósforo y lo apagó en mi brazo, lógicamente salí corriendo llorando y llorando y una vez mas Carlos fue castigado.
Cuestión a parte siempre fueron mis otros tres ñaños. Mi ñaña Rosi, la mayor, con ocho años de diferencia conmigo, siempre me llamó cariñosamente  "Nenita" y me consentía cómo podía, me llevaba a las fiestas infantiles cuando mi mama por su trabajo y quehaceres domésticos no podía, apenas empezó a trabajar me compraba ropa muy bonita, y en sus viajes de trabajo me traía de todo, desde ropa hasta cuadernos, lápices, juguetes, discos y demás objetos propios para mi edad, ahora ella vive en Estados Unidos y sigue igual consintiéndome, solo que ahora lo ha extendido hasta para mis hijos inclusive.
Mi ñaño José Luis el que sigue con siete años de diferencia conmigo, siempre fue el ñaño protector, de la palabra prudente, fuerte, acertada pero mimador igual, recuerdo que me llevaba al cine y cuando tuvo su primera cuenta en el banco me sacó una tarjeta de debito adicional con un cupo fijo para que yo pudiera ir al cine, de él heredé el gusto por la lectura, compraba libros, los leía y me los prestaba luego para que los lea y hasta me tomaba un resumen del libro leído, cosa que le agradezco profundamente porque sembró en mi el gusanillo de la lectura.
Mi ñaña Maria Elena con seis años de diferencia conmigo, fue la hermana que me ayudaba a hacer las tareas, me llevaba consigo a su universidad a festivales de canto, a pasear y como con su estudio no le quedaba tiempo me pagaba para que arregle su cuarto, encuentre cosas perdidas, esto ultimo parece increíble pero ocurre hasta ahora, claro ya no me paga por ello pero ella aun viviendo en Alemania, me llama por teléfono a describirme lo que se le ha perdido para que con ella repasemos mentalmente donde puede estar lo que busca y si, adivinaron, generalmente luego de buscar donde le sugiero encuentra sus cosas.
Puedo decirles con orgullo que amo a mis ñaños, cada uno con una personalidad distinta, pero todos con algo en común, yo, su ñaña a quien han mimado demasiado.


4 comentarios:

  1. Elizabeth me haces sentir mejor! es que eso de confesar que uno pelea y tortura a sus hermanos requiere de apoyo grupal jajajajaja.

    Y mira que has sido terrible! pobre Carlos, agradece que "sólo" te apagó un fósforo en el brazo, si hubiera sido otro tal vez encendía la caja completa jajajaja.

    Ah, y ya sé a quien llamar cuando se me pierda algo en casa :D

    ResponderEliminar
  2. Mimada como yo, jejeje. Se siente bien ser la nena de la casa, verdad? :)

    ResponderEliminar
  3. jejeje eso hacía mi abuela paterna y sus hermanos terminaron odiándola de verdad :(

    Carlos y tú se llevan bien verdad?

    se ha de sentir bien, ser mimada.

    ResponderEliminar
  4. Siempre me han gustado las familias numerosas, me imagino que deben ser hogares muy alegres, aunque claro, siempre hay alguien que sale más beneficiado :)

    ResponderEliminar