El tema de esta semana se me ha hecho muy complicado, porque
no encuentro una experiencia que hable directamente del cerebro, por lo que he
decidido hablar de varias cosas y a la vez de nada.
Hace unos años cuando pensaba en el cerebro inmediatamente me
venía a la mente la palabra inteligencia, y es que cuando era más joven creía
que todo se basaba en conocimientos, pero me enseñaron una valiosa lección en
la universidad, esos conocimientos no sirven de nada si no se aplican, claro
que el despertar fue aún más violento para mí.
Aprendí a leer a los
cuatros años, a los cinco leía en menos de un minuto uno de esos libros para
niños, escribía, leía y las clases me aburrían un poco porque ya sabía las
vocales y las letras, me encantaba dibujar mientras los demás terminaban de
aprender.
Leí mi primera novela para adultos a los seis años, y
siempre ocupé el primer puesto durante la primaria y durante los dos primeros
años de secundaría, luego llegó una crisis familiar, mi mami enfermo, una
anemia muy grave que le impidió por mucho tiempo levantarse de la cama, seguido
por un tumor, fue una época difícil, mis notas disminuyeron aun así seguía en
los primeros puestos, ahora que lo pienso los puestos y eso no significan nada.
Luego ingresé a la universidad, el primer semestre fue el de
las mejores notas, era todo introductorio, y luego vino la parte complicada,
los otros semestres, mis notas fueron bajas a pesar de que me esforzaba, que
casi no dormía, pero aun así lo disfrute
mucho, fue una época en la que mis compañeros y yo disfrutábamos aprender,
conocí personas mejores que yo y peores también, pero hubo una clase de apoyo
entre todos que me hizo ver que la educación basada en competencia nos hace un
poco individualistas.
Aprendí en la universidad que los ingenieros ven a las
humanidades, filosofía y otras de esas ramas como innecesarias para la economía,
para la ciencia para el trabajo en sí, no aportaba nada conocer la historia o
leer a Saramago, escuchar a María Callas o declamar a Alfonsina Storni, no aportaba nada, eso fue difícil
para mí que disfrutaba de esos placeres sencillos, luego descubrí que no
aportan pero son tan necesarios, que un mundo basado solo en la lógica es
triste y que se necesita del arte también.
Luego tomé clases en la madrugada, tres veces a la semana,
de diez de la noche hasta las cinco de la mañana y estaba mi último semestre de
universidad y trabajaba en las tardes, en los laboratorios de esta misma, los sábados
salía de esas clases de la madrugada para la universidad, creo que fui un
fracaso el último semestre, pero tuve buenos compañeros que me ayudaban, es difícil
estar despierto cuando el profesor solo habla y no hace interactiva la clase,
fue el peor semestre, esas ganas de dormir son horribles.
Durante la universidad tomé clases de origami, y fui a dar
un taller a niños en estado de calle y drogadicción, fue la lección más dura de
todas, me enseño a ser muy humilde y agradecido por las oportunidades y con
todo el conocimiento, me di cuenta que de nada sirve saber mucho si no se usa
en pro de los demás, para mí eso significa inteligencia, usar lo que sabes para
mejorar la vida tuya y la de otros.
huy que lindo mi niño, ya intuía yo que eres muuuucho más que unos ojos hermosos, es más eres la vívida expresión de que los ojos son el espejo del alma, gracias por compartirnos tus emociones, vivencias y sobre todo, dejarnos entrar a tu mundo interior
ResponderEliminarChristian con la belleza y profundidad con la que escribes estaba más que visto que eres un verdadero cerebrito, pero lo tuyo va más allá de la capacidad para analizar y aprender, porque tú tienes la capacidad de apreciar la belleza de las artes, algo que no todos llegan a lograr.
ResponderEliminarY recuerdo tu periodo de clases en la madrugada, de verdad que eso fue algo heroico y te lo decía siempre, que tenías toda mi admiración por el tremendo esfuerzo que hacías.
Eres lo máximo.
Y espero en que entradas futuras nos cuentes tus experiencias con las clases de origami para chicos de la calle.
EliminarChristian ¡cuántas experiencias! Parece que has vivido muy aprisa :) siempre adelantado mira que leer un libro para adultos a los 6 años, creo que te has exigido mucho y has abusado de ese cerebro privilegiado, tómalo con calma y si puedes ir un poco más despacio, lo disfrutarás mejor :D
ResponderEliminarChristian si que has vivido mucho en poco tiempo!!!! Has estudiado pero lo mejor de todo es que has interactuado con el mundo real y te has nutrido de esas vivencias. Y tienes razon, un mundo solo de logica seria muy frio y sin alma.
ResponderEliminarChristian, te leo y me doy cuenta de cuán distintos son los caminos para cada persona, y lo mucho que aún tengo por recorrer. Gracias por venir, compartir, enseñar. Gracias.
ResponderEliminarChristian, te puedo decir que has vivido mas que lo que yo lo he hecho, has vivido siempre aprisa, pero que buenas vivencias y conocimientos has adquirido, lo importante es que has aprendido, sobretodo la experiencia y la enseñanza que dejó en ti ese taller a los niños, no es lo mismo que nos cuenten o imaginemos y hasta critiquemos, , sino casi convivir con ellos para así tomar consciencia, de las necsidades de los demás.
ResponderEliminar"para mí eso significa inteligencia, usar lo que sabes para mejorar la vida tuya y la de otros"
ResponderEliminarpalabras sabias amigo!!!
Te admiro y te quiero mucho!
ResponderEliminarWow, ¡Cuánta actividad en esos años! No me ha tocado a ese ritmo aún, espero que pronto me toque y lograr notar cosas similares a las que notaste tú en medio de las reflexiones suscitadas a partir de tus experiencias. :)
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