martes, 14 de octubre de 2014

La paciencia tiene su recompensa

Cuando leí la palabra enamorar, me quebré la cabeza en que contar. De ninguna manera iba a escribir sobre una experiencia mía y cuando leí la entrada de Elena estuve tentada a hablarles de mi amor por la docencia pero entonces cuando recordé una historia de amor romántico, de la vida real.

No me pasó a mí, le pasó a una amiga muy querida, pero me parece tan bella que espero me disculpen por contar algo que no me sucedió a mí.

Érase una vez, una joven que se sintió inclinada a la vida religiosa, por tanto se hizo novicia en una congregación religiosa.

Era la mayor de varios hermanos, creo que 5 pero para su desgracia, al poco tiempo, su mamita falleció.

Y resulta que al muy poco tiempo su papá se casó. Los hermanos tan pequeños no toleraron que una mujer ocupara el lugar de su mamá y debemos confesar que le hicieron muchas travesuras. Pero también debemos decir que la señora no hizo mucho esfuerzo por querer a los hijos del señor. Así que el señor, con toda la tranquilidad del mundo, les dijo a sus hijos que si no querían a su esposa, que ni modo y se fue a vivir a otra parte (a otra ciudad de hecho)

La desesperación llegó a esta joven, si ella no hacía algo, los niños serían mandados a un orfanatorio. Así que habló con su confesor el cual le dijo que entendía el amor por Cristo que tenía, pero que la familia era primero, que su obligación era cuidar a sus hermanitos, y la joven regresó a casa para cumplir una obligación que no quería pero que la vida se la daba, ser la mamá de sus hermanos. (los cuales por cierto llegaron a querer mucho a su hermana y la tratan actualmente de maravilla, han sido muy agradecidos)

Érase una vez un joven que trabajaba de chofer en el hospital donde esa joven novicia hacía su labor. Cada vez que el veía esos cabellitos claros y ojos azules, suspiraba. Le fascinaba tener la oportunidad de verla cuando las llevaba en el coche. Pero nunca dijo nada, hasta que…

Hasta que se enteró que dejó el noviciado para ir a cuidar a sus hermanos. Y ni tardo ni presuroso, ahí estaba a la puerta de su casa, ofreciendo todo su amor y todo el apoyo que ella necesitara.

La joven le dijo que no pensaba casarse, que su prioridad eran sus hermanos, que no podía ofrecerle nada ni prometerle nada.
Pero él no se rindió, le dijo que la esperaría todo el tiempo del mundo, que contaría con su amor y con su apoyo, a cambio de nada.

Y así lo hizo, le daba dinero para apoyar con los gastos, sacaban a pasear a los chicos solos, etc. etc. Y así pasaron 10 años!! ¿o fueron 5? No recuerdo bien, pero fueron muchos!

Y cuando los chicos estuvieron listos para salir adelante, la joven quiso regresar al convento!!!! Para seguir el camino que ella había deseado y que fue truncado.

 Y el confesor la retachó, le dijo no seas ingrata mujer, has tenido a ese pobre hombre esperándote y le sales con eso.

Y se retachó al hogar, esta vez para casarse con el joven enamorado, porque lo que sea de cada quien, el joven había ganado el corazón de la chica.

Tanto que llevan muchísimos años de casados y ahora son un par de viejitos hermosos que cuando los veo juntos, veo como se miran y se cuidan, no puedo evitar alegrarme y darme cuenta que el amor es la fuerza más poderosa que existe y el mejor regalo que nos pudo dar Dios.

16 comentarios:

  1. Hilda me gusta la manera en que narraste esta historia, muy hermoso el desenlace y me alegro por la muchacha y la muchacha, fueron felices a pesar de todo el cambio de planes, eso es la vida, solo eso puedo decir de la historia.
    Saludos

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    1. Gracias Christian Yo creo que pudieron ser felices gracias a que la vida los guío a donde debían llegar :) Así es la vida, nos lleva a donde debe de llevarnos :)

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  2. Preciosa historia Hilda. Parece sacada de un libro de Gabriel Garcia Marquez..al estilo de "El amor en los tiempos del colera". Que lindo saber que existen realmente esas historias y que la vida supera cualquier ficcion!!!!

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    1. Gracias Karelia, GGM no es de mi agrado exactamente jeje pero entiendo tu punto de vista, como dices, es sumamente agradable saber que la vida supera a toda ficción :) gracias

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  3. De acuerdo con Christian en que la forma en que contaste esta historia es muy bonita. Me ha gustado mucho.
    Me alegra que al final hayan sido felices... Si te soy sincera, si yo hubiera sido el muchacho y ella me hubiera hecho ese desaire al final, no creo que la historia hubiera tenido un final tan feliz. Pero por suerte él estaba bien enamorado de ella. Linda historia!

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    1. gracias, es que así me la ha contado ella

      pues yo no sé si el sabe que ella quería regresarse al convento jeje igual nunca se enteró de las negras intenciones de ella jajaja

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  4. No cabe duda que las historias de amor de película sí existen y esta historia es la prueba, qué bueno que el confesor la envió de regreso :D

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    1. sii que bueno que el confesor la envió de regreso, bien por él! y si, Miriam, contrario a lo que pensamos, el amor real si existe

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  5. woooow, que historia tan increíble, increíble que haya hombres tan desalmados que puedan cambiar a sus hijos por la pasión hacia otra persona, cómo puede estar esa mujer segura de su cariño cuando no quiere ni a sus propios hijos. increíble que otro hombre pueda ser tan fiel a sus principios y a sus sentimientos que tuviera la paciencia de esperar todo ese tiempo sin pedir nada a cambio. excelente relato

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    1. gracias Vilmita, ay si, y de esos abundan!!! y es lo que yo digo, si como pareja veo que no quiere a sus propios hijos, es para mandarlo al demonio pero hay muchas mujeres egoístas que no les importa más que su propia satisfacción y bienestar.

      ay si, que paciencia de hombre, que amor y que desinterés, como es el verdadero amor

      gracias!!!

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  6. Que buena Historia Hilda, fue marcada por las palabras del confesor, sin él quién sabe qué cosas habrían pasado. Y ella, demasiado ingrata al final. :)

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    1. si, el confesor hizo maravillas jajaja

      yo no la vi ingrata, ella desde el principio quiso ser religiosa, desde el principio le dijo que ella no quería cariño de otro tipo

      quizás fue un poco egoísta en pensar solo en su deseo, sin darse cuenta que al haber aceptado su ayuda, lo ilusionaba y no supo por un momento, que si la vida le ponía tropiezos para su vida religiosa, era por algo, no era su camino

      Pero lo supo después, y hasta ahorita, él nunca se ha quejado de su papel como esposa, ha sido muy buena esposa, ambos se adoran :)

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  7. Qué bonita historia Hilda, gracias por compartirla.

    Yo coincido con Elena, si yo de él me hubiera llegado a enterar que ella trató de volver al convento, pues ahí mismo se terminaba la historia, es que el amor debe ir unido a la gratitud y ella no pareció apreciar todo su esfuerzo. Por suerte el sacerdote la mandó con viento fresco jajajaja, eso le dio la oportunidad de reivindicarse.

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    1. de nada, con gusto Loly

      Tienes razón, en el amor debe haber gratitud, y sí, ella misma reconoce que no actuó bien, es que su gran ilusión era ser monja, la truncó por las circunstancias pero nunca dejó el deseo. Lo que no se daba cuenta, era que la vida la llevaba por otros rumbos, hacia un buen hombre y aunque en ese momento no supo reaccionar de forma adecuada, gracias al sacerdote pudo reaccionar y reinvidicarse Y míralos, tantos años después y siguen juntitos, y ya viejitos echándose miraditas de amor y caminando de la manita :) ternuritas!!

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    2. Lo bueno es que tuvo un final feliz :)

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    3. siiii si no lo contaríamos con una trágica historia jeje

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