lunes, 20 de octubre de 2014

El mejor regalo

En la foto: mi padre con sombrero
y a su izquierda, mi padrino Manolo.
Manolo, que así se llamaba el mejor amigo de mi padre, me conocía desde que nací, y aunque fue una (bendita) casualidad la que lo puso en ese papel se tomó muy en serio la responsabilidad de ser mi padrino. 

Venía a mi casa dos o tres veces por semana para darme clases de inglés, repasarme las materias escolares y descubrirme todos los misterios que el mundo me ofrecía. Desde las plantas hasta las estrellas, a sus ojos todo era interesante y sabía comunicar esa inquietud. Para todo tenía una respuesta o en su defecto una pregunta, la pregunta exacta con la que lograba acuciar mi imaginación. Era un hombre sabio y tenía la virtud de no apresurarse, de saber encontrar el momento adecuado para todo. 

El día de mi séptimo cumpleaños, con total ceremonia, asegurándose de que yo entendía la importancia de ese acto, puso en mis manos a modo de regalo dos volúmenes sin envolver: “La edad de oro” de Martí y “Fábulas de Esopo”. Ni siquiera eran nuevos.

Crédito de imágenes: La edad de oro, Fábulas de Esopo

Fue toda una sorpresa. Era la primera vez que alguien que no fuera mi padre me regalaba libros, y debo decir que los escogió con tanto tino que hasta hoy no ha habido ningún otro que pueda superarlos en mi corazón. Aún recuerdo las dedicatorias que escribió para mí en sus primeras páginas, con su letra impecable y su firma con rúbrica, afirmándome que sólo entonces, alcanzada esa edad, sería yo capaz de valorar en su totalidad su regalo. 

Así, de la mano de Esopo y con las traducciones de Martí, gracias a mi querido padrino, hice mi entrada en el mágico mundo de las fábulas. Es un mundo en buena medida habitado por animales que hablan, que son astutos, pícaros, que sienten, que saben qué es lo importante, que tienen siempre algo que enseñar. A veces de hecho me pregunto si he salido de él en algún momento. 

Fábula traducida por J. Martí y publicada en La Edad de Oro. (La foto es mía.)

22 comentarios:

  1. No cabe duda que las Fábulas de Esopo formaron parte de las primeras lecturas de muchos niños, era sorprendente cómo aceptábamos que los animales hablaran, sin siquiera pensar que eso no era posible.
    Qué buen padrino el que escogieron tus padres, él sí cumplió con su responsabilidad de apoyar en tu formación :)
    Linda foto, tu papá era todo un galán ;)

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    1. A mi me sigue pareciendo muy natural que los animales hablen, Miriam, aunque sé que no es posible dentro de nuestros patrones comunicativos... :)
      Mi padrino se lo tomó muy en serio. Mi padres también demostraron su sabiduría porque pusieron en sus manos mi educación. Ellos no lo escogieron, si supieras. Mis padrinos iban a ser un matrimonio de amigos de mis padres que no sé por qué no pudieron llegar al bautizo así que mi padrino y su esposa (que también es mi tía) asumieron la responsabilidad. ¿Casualidades?
      Mi papá? Un galán. Y lo sabía ;)

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    2. Ahh bueno, a mí también Pelusa, especialmente los perros :) pero ya comenté en algún lugar que los ratones también :)
      No hay casualidades, todo pasa con un propósito, y lo vemos en tu bautizo, fueron los que tenían que ser ;)
      No me quedan dudas de la sabiduría de tus padres, tú la heredaste, se te nota, también en lo bonita, digna hija de un galán <3

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  2. Yo conocí las fábulas de Esopo en los libros de texto de primaria Elena Y ahora me da tristeza que mis alumnos no las conocen

    Que bella anécdota, que aplicado padrino y ahijada

    Coincido con Miriam, tu papá era un galán!

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    1. Pues enséñaselas! Tienes la suerte de ser maestra, Hilda, y aunque no es tu especialidad la literatura creo que tenías un grupo con el que compartías lecturas, no? A qué esperas? :)
      Uff! Aplicadísimos! No creas que eso de tener clases extras dos o tres veces por semana no siempre era lo que más me gustaba...
      Tantas mujeres halagando a mi papi... Él estaría feliz! jejeje

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    2. ah si Elena, ahora que me di cuenta que no las conocen, yo se las cuento, según sea el momento adecuado, no enseño literatura necesariamente en la asignatura que imparto, siempre estoy enseñando mi amor por los libros

      jajaja, ya hubiésemos sonrojado a tu papi, creo

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  3. Gracias Elena, por presentarnos a tu Padre, todo un Galan. Siento una sana envidia..muy sana, primero no tuve libros de regalo en mi infancia, el primer libro que recibí fue uno de Oriana Fallacci el día de mi confirmación, tenia 15 años. Y bueno, si muchos Padrinos tuvieran esa facultad, los Padres seriamos felices.
    Saludos

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    1. Ay, Luisa, esa fue mi gran suerte. Mi padre me traía a casa todos, absolutamente todos los días algo nuevo para leer. Libros tuve no sé cuántos, pero los primeros que me regaló alguien que no fuera mi padre fueron estos.
      Mi padrino era un hombre muy culto que amaba el conocimiento, y muy responsable. Otra gran suerte!
      Lástima que ya no pueda decirle que su foto ha sido todo un éxito, pero mi papi estaría radiante con tantos piropos, jejeje

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  4. Yo no soy amiga de las fábulas, creo que la única que he leído (al menos es la única que recuerdo) es la de La tortuga y la liebre

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    1. Ya ves que yo empecé temprano con las fábulas, Tania. Pero la sabiduría, el humor, la ironía que encierran en ocasiones, hacen que sigan siendo de mis lecturas favoritas. Están muy lejos de ser "cuentos para niños", por eso fue que te compartí aquellas por Facebook.

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  5. maravilloso regalo, todo un legado, a mi me los regaló mi papá, era quien se preocupaba porque su retoño no tuviera jamás en sus manos una novela rosa, así que no había libro que saliera a la venta que no me comprara. que falta me hace ahora que no me puedo permitir comprarlos

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    1. Tu papá y el mío se parecían en eso, Vilma, trayéndonos todo lo que salía de lectura. Ahora que lo dices me doy cuenta de que el mío tampoco me trajo nunca una novelita rosa. al contrario, alguna vez me regaló "Los miserables" diciéndome que era su libro favorito.

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    2. ya había comentado que mi papá me sorprendió leyendo una novela rosa y se molestó tanto que casi nos pega a mi mamá y a mi, jajajaja fue cuando me regaló el quijote con una frase que jamás olvidaré, si vas a leer lee algo que te deja una enseñanza de valor para el resto de tu vida, y si que me enseñò que no importa que tan grande luzca el monstruo, siempre tiene su punto débil ;)

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  6. No hay mejor regalo para un niño que un libro...que atinadas elecciones. Se nota que tu padrino tenía un corazón inmenso y que te amaba verdaderamente. Que hermosos recuerdos.

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    1. Estoy segura de que hay una frase de Martí que habla de eso, de regalarle libros a los niños, pero no logro recordarla...
      Mi padrino era un hombre maravilloso, Ceci. Y siempre estaba de buen humor. Aún puedo escuchar su risa. Mi padre y él eran tan buenos amigos que se fueron el mismo año, con pocos meses de diferencia.

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  7. Elena es el mejor regalo, a mi no me regalaban ese tipo de libros, me regalaban historias de otro tipo, me encanta la dedicatorias en los libros, cuando compro de segunda mano me encantan ese tipo de libros.
    Saludos

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    1. Pues a mí me regalaban desde los cuentos de los hermanos Grimm hasta Los miserables, lo que correspondiera a mi edad. Esa fue una gran suerte :)
      Las dedicatorias también me gustan mucho. Tengo pocos libros dedicados, pero los que tengo son pequeños tesoros.

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  8. Hola Elena. Desearía haber tenido un padrino como el tuyo, tan sabio, o una familia de tradición lectora como me parece fue tu caso. Yo la mayoría de fábulas me las veía animadas, todas grandiosas. :)

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    1. Hmmm... Mi padrino era un hombre sabio, es cierto, pero creo que la tradición lectora de mi familia es un tanto diferente. Te compartiré un link donde explico más o menos lo que creo de esto porque aquí sería un poco largo...

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  9. Prima..creo que lo de. leer nos viene de familia!!!! A mi lo que mas me regalaban de ninia era libros: de cuentos, de historia de la humanidad, de poesia, de fabulas por supuesto...y de esta clase mis preferidos, ademas de las de Esopo, eran los cuentos rusos. Eso si...nunca me regalaron una novela rosa...las descubri yo sola y me resultaron tan insulsas que despues de la primera no lei ni una mas. Creo que me habian puesto el liston muy alto en ese entonces!!!! :)

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    1. Kare, yo es que no recuerdo a mi padre nunca con un libro en las manos que no fuera paa regalármelo. Él no leía, él escuchaba, escuchaba a los lectores de la tabaquería, escuchaba las novelas en el radio... Pero la manera que encontró de compartirme ese mundo fue a través de los libros. Supongo que en tu caso haya sucedido más o menos lo mismo.

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  10. Definitivamente el mejor regalo! Tu padrino debió darse cuenta de tu inquietud por las letras y el conocimiento y te dio el regalo preciso en el momento preciso. No todos los adultos se toman el trabajo de conocer los gustos de los niños para darles lo que más anhelan, en eso se nota que tu padrino te quería mucho y que se tomaba muy en serio su papel.

    ¿Aún tienes esos libros?

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