Ni de chiste me pienso poner a filosofar sobre este sentimiento, primero, detesto la filosofía, segundo mis enamoramiento han sido catastróficos, para evitar que me pase lo que a una de las protagonistas de la afamada serie sex and the city que escribió un libro sobre como mantener la chispa y atracción sexual en el matrimonio y el de ella no duró ni un año después de que su libro se convirtiera en fenómeno de ventas.
Pues como la cosa se trata de contar una anécdota, ahí va una de las mías.
Mientras cursaba el octavo grado de secundaria y estando en el acto cívico de los viernes, nótese que poco respeto por el civismo de nuestra parte, me dediqué a coquetear con un muchachito de noveno, ¡tenía una carita tan linda!
La coquetería prosperó en conversaciones, y al cabo de unas semanas ¡vilma, la flacucha y desgarbada tenía novio! todo muy lindo, manitos agarradas, paseítos por los pasillos de la escuela, muy tiernos los tórtolos, pero, siempre hay un pero, mis papás eran en extremo controladores y el director de la escuela un gran amigo de mi papi, así que de repente este señor se nos paraba detrás cuando estábamos conversando en los pasillos y ¡mi mamá quería conocerlo!, huy yo no aguantaba tanto estrés, pero a que no adivinan que me hizo colgar los guantes, una tarde vino a mi una de sus amigas con una camisa sudada de mi "novio" en las manos para que yo se la lavara, y zas, el enamoramiento se me fue a los pies, yo tenía uñas extralargas, no lavaba ni mi propia ropa y de repente un chico que vivía en la misma escuela al campo que yo, haciendo básicamente lo mismo que yo, estudiar en la mañana y acudir al campo en las tardes hasta de 1 a 3 pretendía que yo lavara su ropa sucia. ni lerda ni perezosa le devolví su camisa con el consabido sermón, de no eres tú, soy yo, no estoy lista para una relación tan seria y es mejor seguir siendo amigos.
Varios años después lo vi por la calle, increíble no había crecido nada, me llegaba como al pecho, y me pregunté a mi misma lo que se preguntan todas las almas curiosas e ignorantes en materia de enamoramiento, cómo pude creer que estaba enamorada de esta criatura.
Ah pero qué chicas, dando el primer paso, jajaja, pero a ti te fue bien, conseguiste al novio :D
ResponderEliminarLo que me pregunto yo, es ¿por qué no te llevó el mismo la camisa? ¿por qué no la lavó la otra amiga?
Así que tu respuesta estuvo muy bien, no estabas preparada para una relación tan seria, jajaja.
yo también me pregunté porqué no te llevó él mismo la camisa y si la chica es cuestión sería un segundo frente
Eliminaryo no se que clase de relación tenía con la otra chica, ella me dijo que eran vecinos desde chiquitos, a mi me dio la impresión de que la camisa él se la dio a ella y ella me a trajo a mi, o sea, si tiene novia, que lave ella. bueno, el resultado fue que me salí más rápido que ligero
EliminarDos chicas listas! :)
EliminarJajajajaja! Vilma, qué bien hecho! Yo tampoco nunca le lavé nada a nadie en esas escuelas al campo. Después, eso ya es otra historia...
ResponderEliminarPero eso de volverlo a ver años después y desilusionarte de esa manera, eso está bien simpático! Lo peor es que yo misma he pasado por eso, jajajajaja! En dónde tendríamos los ojos????
a mí me pasó al revés, de adolescente un chico se me declaró y le dije que no, lo vi años más tardes, le volví a decir que no, me lo encontré cuando habíamos terminado la universidad y que arrepentida me di!! se había mejorado muchísimo!! y no lo volví a ver jejeje
Eliminarno, te imaginas mi cara, yo no hacía ni lo mío y de repente un piojo pegáo me anda exigiendo cosas, que espanto! si vieras mi cara cuando lo tuve enfrente, no me quedó de otra que saludarlo, casi nos chocamos, espero mi cara de sorpresa y dewakala no lo haya tramado mucho
Eliminarjajaja ¿en serio le pasó eso al personaje de esa serie? jajaja que irónica!!
ResponderEliminarjajajaja me encantaron tus pretextos!! ay si, que es eso de andar pidiendo que le laves la ropa, ay no. jijiji
siii, recuerdas a la que hacía de abogada, rubia, que era muy fogosa, pues mientras su libro se convertía en fenómeno de ventas el marido presentaba los papeles del divorcio.
ResponderEliminaryo no sabía como zafarme, el chico se me hizo tan desagradable más rápido de lo que me había gustado
Vilma, me he reído con tu historia, lo de la camiseta fue como "marcar territorio", ja ja, gracias a eso no te arrepentiste después.
ResponderEliminarexacto angélica, te imaginas que si con un par de besitos y agarradita de manos el tipo me trae o manda una camisa sudada, más adelante me esperaban qué? toneladas de ropa sucia de toda su familia, hay nooooooooo eso no es para mi
EliminarVilma, te salvaste de lavar ropa, pero creo que no estabas tan enamorada, es que cuando una se enamora de verdad, no solo la camisa le lava, aunque enamorarse no es amar, porque cuando amamos, ay mamá mia,
ResponderEliminarylba, ya sabes que me encanta tu sabiduría, y cada vez que recuerdo esa anécdota y a ese chico doy gracias a dios de no haber estado enamorada, creo, que por lo poco que me gusta lavar no amo absolutamente a nadie ;)
EliminarVilma, cuando se está enamorada, se hacen cosas que después nos preguntamos, como y porque lo hice, porque cuando pasa ese momento de deslumbramiento y llega el amor, las cosas que hacemos las hacemos con convicción, creo que a pesar de que no te gusta lavar, amas a tu esposo y le lavas la camisa, ja,ja.
EliminarSi es que.de buena te libras te, si ya queria eso a esas edades imagínate ahora nada nada borrón y cuenta nueva. Bien hecho. Un abrazo
ResponderEliminareso digo, te imaginas el patrón de valores de ese chico a esa edad, o sea, mi novia es para hacerme mis cosas, y por qué no podía hacerlas él, ambos estábamos en la misma escuela con las mismas obligaciones. gracias por el apoyo
EliminarLo que yo no entendí es por qué ese muchacho te envía su ropa para que la laves... ¿En la casa de él no había quién le lavara la ropa? Lo digo porque acá sería demasiado extraño que un novio joven le envíe ropa a una novia reciente para que se la lave, eso es algo ya muy avanzado como cuando están casados.
ResponderEliminarBueno, lo mejor del relato fue el final jaja.
jajajajaja Vilma un anécdota que me ha hecho reír y que desaire el de ese muchachito la verdad es que se merecía que cortarás la relación de peor manera.
ResponderEliminarSaludos
Pero que descaro!!!!!! jajajajajaj Me morí!
ResponderEliminarHe ahi algo en lo que soy virgen..lavar ropa ajena...bien por mi!!!!!!
Jajajajajaja Vilma tú eres mi ídolo! me encantan tus anécdotas. Y yo habría ido por el mismo rumbo, ¿cómo osa pedirte que laves su ropa? si eso es más grave que la famosa "prueba de amor" jajajajaja.
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