martes, 7 de octubre de 2014

Un desayuno hecho con amor.

Quienes somos padres sabemos que a los hijos se los quiere por igual, respetando sus individualidades y viceversa. Mención a parte es la afinidad que puedan sentir los hijos hacia los padres y es así que el tema de esta semana me lo recordó muy bien.
Hace casi cuatro años, uno de mis tres hijos, Luis, el menor, que tenía en aquel entonces diez años, muy temprano en la mañana un sábado, sin ser una fecha especial, siendo las 6:30  tocó la puerta de mi dormitorio y entró con una improvisada bandeja, en realidad era una tina plástica grande de color verde oscuro, de esas que sirven para lavar ropa, y en el interior de la misma había un jarro con café, un platito con frutas picadas, otro plato con cereal con leche y dos sobres de edulcorante, todo perfectamente acomodado.
Entró muy feliz y puso la bandeja sobre la cama y empezó a mirar para todos los lados, corrió al baño y al no encontrar a quien buscaba, desconcertado, me hizo la pregunta de rigor: Y el papá dónde está? Ya se fue a trabajar le respondí...Tan temprano se fue? Me volvió a preguntar y le afirmé que sí, que era un día en el que tenía que estar muy en la mañana en su trabajo. Ahhhh no puede ser le preparé un rico desayuno a mi papá y  no está, me respondió Luis, yo le pregunté que que si no me había preparado para mí también y muy hábilmente me dijo sí, aquí está su desayuno mami, sírvase usted!.
Luis le tomó con su DSI una foto para constancia del desayuno que le había preparado a su papá y así lo pudiera ver en la noche que regresaría del trabajo, desayuno que Luis le preparó a su papá con tanto amor  y que terminé comiéndolo yo, aunque para mi no estaba destinado originalmente.
Definitivamente Luis tiene mucha más afinidad con su padre que conmigo y eso es hasta el día de hoy claro que después de ese desayuno fallido para su papá, en nuestro aniversario matrimonial de ese mismo año, él y mi otro hijo, Joseph, nos llevaron un desayuno esta vez si para mi esposo y para mi.

11 comentarios:

  1. hay que ternuuuuuuuura, me encantó la bandeja improvisada, bueno, lo que vale es la intensión, aunque no como cereales ni de chiste, ya podrás enterarte por qué si lees la anécdota que les compartí

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  2. ¿Y para mí no hay desayuno? Ah.... si claro mami, este es para tí jajajajajajaja.

    Me encantó Elizabeth, al menos el chico es recursivo y te usó como "papá suplente" para su desayuno :D

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  3. Eso es salir del compromiso, ¡buena Luis!. Aunque no querramos, los chicos tienen preferencia para uno de los dos padres.

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  4. ¡Qué ingenioso! Debe ser tan lindo tener un detalle de estos, yo nunca he sido agasajada de esta manera y es porque siempre soy la primera en levantarme y nunca me ha gustado comer en la cama, así que no les di la oportunidad de hacerlo :(

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  5. Que historia tan tierna, la verdad es que nunca he llevado un desayuno a mis padres, más que nada por que la cocina y yo somos incompatibles, ya te enterarás cuando leas mi anécdota.
    Saludos

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  6. Ups! Nunca le preparé un desayuno a ninguno de mis dos padres! Seré mala hija?? :)
    Me encantó la anécdota, que chico con recursos ese Luis, jeje, cómo supo salir bien del paso.

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  7. Siempre el gusanito de los celos se dispara aunque no queramos, una de mis hijas,la mayor siempre fué muy allegada a su padre, y aún hoy con sus 50 años, solo recuerda lo que hacía él, pero como tengo dos hijas, la otra por no se que cosa, se quedaba siempre a mi lado, en las ocasiones que aquella, no creo que le llevó el desayuno, pero si regularmente se aparecía con una flor, la otra por imitación una flor para mi, me acostumbré tanto a esto, que siempre me he sentido orgullosa del cariño que mis hijos le tuvieron y le tienen a su padre.

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  8. Qué hermosa historia, Elizabeth!
    Los niños jamás dejan de sorprendernos!

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  9. Yo que pensaba que los niños tenían más afinidad con la mamá que con el papá y que las niñas más afinidad con el papá que con la mamá. Por lo menos así se da en mi familia... ¿Irá en costumbres?

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    1. Esa es la tendencia Alex, pero no es una regla, debido al carácter de mi papá, mi hermano y yo éramos y somos muy unidos con mi mamá.

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  10. jajajaja menos mal Elizabeth que tu hijo no se llevó la bandeja y se lo comió él :)

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