domingo, 23 de noviembre de 2014

UNA JORNADA NO PLANIFICADA, PERO INOLVIDABLE

Colaboración de Luisa Adriana

No son muchas las acciones que pudiera comentar acerca de “Jornada”, todo participamos de las laborales, de las de estudio, de las duras jornadas de estudien casa o con amigos en trabajos y tareas académicas; así que una específica solo ahondaría en alguna que pudo ser incluso trivial. Queriendo dar algo de mayor importancia a algún día, tengo muy fresco en mi mente, la visita que Cecilia hizo a nuestra ciudad este año, entre muchas cosas que yo quería planear, que esperaba todo fuera supremamente agradable y en un solo instante conociera una ciudad de 1178 km 2 , algo más que utópico, pero bueno era la ilusión.

Acá el Cerro de Monserrate visto desde la ciudad
Crédito de imagen
En mi ciudad está el cerro de Monserrate, al cual casi por obligación todos nacidos y visitantes deben conocer. Yo no lo había incluido en el programa, pues no me gusta, y le había comentado a Christian, para que dentro de su tiempo lo pudiera organizar, prefería no ir yo, no es un programa de mi agrado, creo había ido dos veces y en mi vida, eso ya era suficiente.

Pero bueno, nuestra Jornada de viernes con Cecilia, considere decirle que era importante el centro de la ciudad, lo típico, lo colonial, museos; almorzar algo típico, estuvimos en un restaurante sencillo, donde ella conoció dos platos de nuestra tierra, caminamos, de aquí para allí, y seguimos un medio plan; estábamos en una calle cerca al Palacio de Nariño, casa del presidente y gobierno; y llamamos a mi esposo Héctor, porque él había quedado con unos amigos, para esa noche, y no sabíamos si invitar o no a Cecilia, hasta tanto no le consultáramos ; entre llamada va y viene, entre que sí y que no, no hubo plan con ellos. Entonces comenzamos a caminar por la Candelaria, que es la zona colonial; en alguna cuadra yo divise la inmensidad de Monserrate, y se me cruzo la loca idea de decirle que nos fuéramos para allí, ella claro, sorprendida, pero no que no te gusta, y me dije si no es hoy es nunca, no habrá más tiempo y no te puedes ir sin conocerlo.

SUBIDA AL CERRO

Crédito de imagen
Como no conocía el cómo ir y venir de allí, mi esposo al teléfono nos orientaba, yo me confundí de la calle donde debíamos estacionarnos para tomar un taxi, hasta la entrada al lugar, la hice subir y bajar por calles empinadas, porque se me dio que nada tendría sentido si no estábamos allí antes de que el atardecer se diera. A pesar de ser una tarde muy fría y encapotada. Llegamos, subimos al funicular, y llegamos a la cima, Admiramos, realmente se admira mi bella ciudad desde allí, subimos las escalas hasta donde hay un aviso que te dice que estamos a más de 2600 mts, del nivel del mar, sin aire,  riéndonos de todo, y comentando todo. Luego nos hicimos junto a unos muros a observar el atardecer; desde allí le enviamos una foto y mensaje a Christian, contándole donde estábamos; seguro me creía loca…jajaja.

Crédito de imagen
Creo que de todo lo que pudimos compartir ese atardecer fue lo que acrecentó nuestra cercanía, conversamos muy delicioso, de nuestras vidas, y dejamos paso a poder observar desde allí, detalles de la ciudad, por esos días se hacía un homenaje a Gabo, en un edificio de la ciudad el Colpatria, el más alto estaba decorado con un juego de luces que hacían un baile de las mariposas amarillas, lo vimos completo, Ceci, lo grabo, terminamos de recorrer y conocer el lugar, hay dos restaurantes, hasta que de pronto el frio nos fue calando y decidimos regresar. Bajamos al estar en la puerta, intente recordar como me había explicado Héctor regresar, de nuevo yo me equivoque y tomamos una buseta que nos recorrió los barrios aledaños de la zona, arriba aun, subía y subía, y yo, nooo por favor debe es bajar, después comenzó a hacerlo, y pasamos frente al ingreso de Monserrate, y le dije a Cecilia, ah!! No había que cruzar la calle, esperábamos al frente.

De esta “jornada” sin premeditación, además de la grata compañía, de robarle a Christian el privilegio de llevar a Ceci a conocerla, aprendí como ir y venir de Monserrate, el símbolo emblemático muy  alto de mi ciudad. Quien venga pronto, puede estar seguro que los llevare por buen camino.

Vista desde Monserrate, el que sobresale es el edificio Colpatria.
Vista Nocturna.  (Crédito de imagen)

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Soy Luisa Adriana, Colombianísima, amante de la vida, las letras, la música, profundamente entregada a vivir tranquila en armonía, con mis adorados hombres. Anhelo en este espacio con tan grata idea poder compartir ideas que te quedan rondando en la cabeza.

3 comentarios:

  1. Luisa me puedo reír mucho con esta anécdota, que buenos momentos.
    Saludos

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  2. Espectacular la jornada! No tengo otra palabra, espectacular! No sólo toda la odisea para llegar al Monserrat y regresar de allí, sino todo el buen ambiente entre ustedes. Me despertaron una sana envidia, chicas, de querer estar allí con ustedes. :)

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  3. Luisa yo estuve allí el año pasado y tiene una vista espectacular de la ciudad. Eso sin contar la iglesia que es bellísima.

    Nosotras estábamos hospedadas en un hotel que quedaba muy cerca del cerro, por lo que fuimos caminando hasta allá, pero la próxima visita espero hacerla acompañada contigo!

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